Preguntas frecuentes

Pedir un préstamo nunca es una decisión fácil. Antes de hacerlo, hay aspectos importantes que se deben conocer. Hemos recopilado algunas preguntas frecuentes para proporcionarte más información sobre préstamos, préstamos online y la comparación de préstamos.

El comparador de Finbino

Comparar préstamos de distintas entidades, gracias al comparador de Finbino, es más fácil que nunca.

Finbino es un comparador independiente y gratuito que te ayuda a comparar opciones para pedir dinero prestado y tomar la mejor decisión posible. Aquí tienes las ofertas más ventajosas, en un único lugar, en un listado que incluye bancos y entidades no bancarias, clasificados por cantidad de dinero, plazo de devolución y tasa de interés. Puedes filtrar de acuerdo a tus preferencias y luego seleccionar tu préstamo de entre los resultados.

  • Una vez hayas encontrado el préstamo que te interesa, haz clic en el botón para solicitarlo. Serás redirigido a la página web de la prestamista, donde podrás rellenar el formulario y enviar tu solicitud fácilmente.

Finbino te permite comparar préstamos de forma rápida y sin registrarte, de entre los productos más actualizados del mercado y las últimas ofertas, de forma 100%online y sin moverte de casa.

¡No! Finbino es un comparador independiente gratuito para ti. No debes preocuparte por cargos ocultos ni gastos adicionales ni por comparar el préstamo ni por solicitarlo a una entidad que hayas encontrado a través de esta página web. En Finbino no hay costes ni los habrá nunca.

El comparador de Finbino se financia gracias a los enlaces afiliados, es decir, recibimos una comisión por parte de las entidades colaboradoras, pero eso en ningún caso encarece el precio del préstamo para ti.

Es cierto que la TAE es un buen indicador para conocer el coste de un préstamo y compararlo con otros similares, pero no es el único aspecto.

Lo que convierte a un préstamo en ideal para ti es el coste bajo, por supuesto, pero también que se adapte a tus necesidades en cuanto al importe a pedir y al plazo de devolución. Puede que busques préstamos de varios miles de euros, o un producto altamente flexible, o bien que un pequeño importe rápido sea suficiente: para cada caso encontrarás un préstamo que se ajuste.

También es buena idea comparar préstamos en función de la reputación de la entidad, de las opiniones de otros usuarios y del nivel de satisfacción o seguridad que te transmita. Todo son factores de peso.

Solicitar un préstamo

En Finbino tienes la posibilidad de comparar rápidamente las mejores ofertas de préstamos del mercado para ayudarte a tomar la mejor decisión posible respecto a tu dinero. A través de nuestro servicio gratuito para ti, puedes ahorrar tiempo y dinero al acceder a los productos más actualizados de forma sencilla y a ofertas de última hora. En esta página, podrás comparar esos préstamos en función de parámetros como el importe, los intereses o el plazo de devolución.

Si encuentras una oferta de préstamo interesante, para solicitarlo debes hacer clic en el enlace de la página de Finbino, que te redirigirá directamente a la página web de la financiera. Una vez allí, el proceso de solicitud consiste en rellenar un formulario con tus datos personales y otra información relevante. A partir de ahí, tu relación contractual es con la financiera, y ellos son quienes te contactarán con la respuesta a tu solicitud.

Devolver el dinero de un préstamo antes de tiempo, antes del plazo de devolución acordado en el contrato, es una opción que siempre tienes disponible ya que se trata de un derecho reconocido por ley en cualquier préstamo o crédito en España, y que puedes ejercer en cualquier momento si así lo deseas.

La también conocida como amortización anticipada permite devolver una parte o la totalidad del dinero que se debe a la financiera antes de que venza el plazo. Esto conlleva un ahorro importante respecto a los intereses que se generarían por el tiempo transcurrido hasta el final pactado del contrato.

Con una devolución parcial (una parte del dinero) se puede elegir si se mantiene el plazo y una cuota más baja, o bien mantener la cuota y reducir el tiempo, para el resto del préstamo. Con una devolución total (todo el dinero), el préstamo finaliza.

Contratar un préstamo es una decisión financiera importante y que no debe tomarse a la ligera. Sea un préstamo pequeño para un gasto puntual o un préstamo personal para necesidades de consumo mayores, la mayoría tienen costes asociados en los que debes fijarte:

  • Comisiones: de apertura, de estudio, etc. Los préstamos online no suelen cobrar ninguna comisión, pero algunos bancos sí, aunque a veces pueden negociarse.
  • Intereses: los dos valores indicativos son la TIN (Tipo de Interés Nominal) y la TAE (Tasa Anual Equivalente), siendo esta última un resumen del coste total del préstamo. Comparar es clave, ya que cada entidad es libre de aplicar los intereses que le parezca (u ofrecer mini préstamos sin intereses).
  • Otros gastos: algunas entidades sugieren contratar un seguro, una tarjeta de crédito, una cuenta corriente u otros productos que encarecen el préstamo, aunque al principio parezcan gratuitos.

Normalmente, no, y en especial si contratas alguno de los préstamos online que hay disponibles en el mercado actual, no tendrás que pagar comisiones. Las nuevas tecnologías permiten solicitar préstamos sin salir de casa, desde internet, y eso reduce los tiempos y también los costes para las financieras y para ti.

Enviar una solicitud de préstamo a una financiera es, además de gratuito, no vinculante para ti: puedes echarte atrás y cambiar de idea mientras no hayas firmado el contrato.

Algunos bancos siguen cobrando comisiones de apertura (del préstamo) o de estudio (de tu perfil financiero) a la hora de conceder préstamos, pero cada vez son menos habituales.

A la hora de verificar que una entidad financiera es fiable y enviarle una solicitud de préstamo, puedes comprobar los siguientes aspectos:

  1. Muchas entidades se afilian de forma voluntaria a la AEMIP (Asociación Española de Micropréstamos) y eso implica adherirse a un código de buenas prácticas, así como a la normativa vigente. Si ves su sello, es buena señal, ya que el Banco de España no supervisa estas entidades, pero la AEMIP sí.
  2. Una prestamista fiable ofrecerá toda la información del préstamo de forma transparente en su página web
  3. Nunca te pedirá dinero por adelantado antes de firmar el préstamo
  4. Siempre tendrás disponible el contrato, las cláusulas y términos y condiciones tanto del contrato como de privacidad.
  5. Comprueba también que la página web tiene certificados de seguridad (HTTPS) para el cifrado y protección de datos, así como un candado (debería aparecer en la barra de dirección del navegador web) para la encriptación SSL.

Los préstamos online son muy rápidos en la gestión del dinero. Así como la solicitud sólo lleva unos minutos, la transferencia bancaria a tu cuenta es automática una vez firmas el contrato y aceptas el préstamo.

El tiempo que tarde en llegar el dinero a tu cuenta dependerá de tu banco: si la financiera tiene cuenta en el mismo banco que tú, tendrás el dinero en unos 10 minutos. Si los bancos no coinciden, el dinero se reflejará en tu cuenta en un plazo aproximado de 24 a 48 horas, dependiendo del banco y de la cantidad. Para transferencias el viernes, el dinero aparecerá el lunes siguiente. La mayoría de entidades trabaja con muchos bancos a la vez para agilizar que el dinero llegue rápido.

Solicitar préstamos online es tan fácil como rellenar un formulario, pero para ello hay que introducir información veraz. Para agilizar el proceso, recomendamos tener a mano: el DNI, conocer tu situación laboral, tener una idea aproximada del nivel de ingresos/gastos mensuales, y disponer de banca online o un extracto bancario reciente. Aunque cada entidad solicita datos a su manera, casi todas piden lo mismo: si dispones de esta información, el formulario no te llevará más de 5 minutos.

Es igualmente importante tener acceso al correo electrónico y a un teléfono móvil propios, ya que la financiera los utilizará para ponerse en contacto y notificar el resultado.

Para solicitar un préstamo online, una vez escogida la cantidad de dinero y el plazo desde las opciones disponibles, hay que rellenar un formulario que suele constar de varios apartados:

  1. Datos personales: nombre, apellidos, DNI/NIE, fecha de nacimiento y estado civil
  2. Datos laborales: tipo de actividad o contrato, fecha, ingresos mensuales
  3. Datos del domicilio: dirección postal, tipo (alquiler, propiedad, etc.)
  4. Datos de contacto: email y teléfono móvil
  5. Otros datos: si estás en ficheros tipo ASNEF/RAI, etc.

Algunos procesos de solicitud incluyen que te identifiques con tu banca online para verificar tu identidad y tu historial financiero (en un proceso 100% seguro), en otros casos se puede aportar documentación escaneada o en fotografía/captura de pantalla.

El contrato de un préstamo, online o no, es un documento estándar que no varía mucho de una entidad a otra. En general, la estructura es la siguiente:

  • Fecha y lugar
  • Datos de las partes contratantes, es decir, los tuyos y los de la entidad financiera
  • Datos del préstamo: la cuantía de dinero prestada y el plazo de devolución, y la forma de pago si hay más de una cuota
  • Intereses y gastos: resumen del coste del préstamo expresado en un porcentaje (%) TAE
  • Condiciones del contrato: las cláusulas son el grueso del contrato, y cubren temas como el pago anticipado, la demora en el pago, tus derechos y tus obligaciones y la jurisdicción aplicable.

Firmar online es muy fácil: las entidades financieras trabajan con distintos servicios online que te permiten verificar tu identidad y firmar documentos como un contrato de préstamo. No necesitas disponer de certificado digital ni nada parecido: con tu correo electrónico y tu teléfono móvil tienes suficiente para finalizar el proceso, y al terminar la entidad y tú recibís una copia firmada del contrato directamente al correo electrónico con la fecha y la hora de la firma.

El proceso es, además, 100% seguro, y sólo se realiza una vez: tus datos están a salvo y son cifrados para protegerte.

Sí. Enviar una solicitud a cualquier financiera, e incluso que ésta sea aprobada y te concedan el préstamo, no es vinculante para ti hasta que no firmas el contrato. Eres libre de echarte para atrás o cambiar de opinión, o quizá hayas encontrado una opción mejor. Sea como sea, puedes retractarte y no tienes que dar ninguna explicación. Si la entidad tiene tus datos, intentarán contactarte para conocer tu opinión o quizá hacerte cambiar de idea otra vez, pero eso es todo.

Recuerda que, si ya has firmado el contrato, también tienes el derecho de desistimiento, que te permite rescindir el contrato por 14 días naturales tras la firma, sin dar explicaciones, pero en este caso deberás contactar con la entidad financiera.

Requisitos

En general, la mayoría de edad legal en España es esencial (18 años cumplidos) para contratar cualquier tipo de préstamo o crédito, pero algunas entidades financieras establecen un mínimo de edad ligeramente superior, a partir de los 21 años de edad.

Al mismo tiempo, esas entidades suelen marcar un máximo de edad, que suele rondar los 70 o 75 años, a la hora de conceder préstamos, así que sólo las personas que se encuentren entre ambos límites pueden solicitar dinero. Cada entidad indica sus requisitos de edad en su página web, a las que puedes acceder a través de Finbino.

No, no es necesario. En muchos casos, cualquier tipo de actividad laboral sirve, desde contratos fijos o indefinidos hasta contratos temporales o a jornada parcial, y se pueden encontrar préstamos para autónomos.

Además, si no estás trabajando también podrás encontrar ofertas compatibles con tu situación: hay préstamos para desempleados, estudiantes y jubilados. En todos los casos, el factor que pesa es disponer de alguna clase de ingresos regulares justificables, sean del origen que sean.

Depende de la entidad y, sobre todo, depende del importe que pidas. El aval es una garantía adicional que puede ser una persona (aval solidario) o un bien (aval patrimonial) que responde por el pago en caso que el titular principal del préstamo no cumpla con su obligación de pago.

Algunas entidades piden aportar un aval para tener más opciones de concesión del préstamo, en especial cuando se solicitan importes elevados (varios miles de euros). Otros préstamos funcionan de otra forma y, por ejemplo, los préstamos por tu coche requieren aportar un vehículo para conceder el dinero, o los préstamos con garantía hipotecaria, donde lo que se aporta como garantía es un inmueble.

En general, la presencia de un aval maximiza tus opciones de que te concedan el préstamo.

Normalmente, no, siempre que haya unos ingresos. Los préstamos personales, micropréstamos y otros productos de crédito suelen depender de una garantía personal, es decir, que el titular del préstamo responde con sus bienes presentes y futuros en caso de impago. Lo habitual es que las entidades soliciten un justificante de ingresos periódicos o regulares "suficientes" para cubrir el pago de las cuotas.

La norma que aplica es el sentido común, así que depende de la cantidad que se solicite y del plazo de devolución que se desee contratar. Recordemos que el Banco de España recomienda no endeudarse más del 30-35% de los ingresos mensuales.

Uno de los aspectos que se ha regulado en España es el coste de los intereses de demora, aquellos que aplicarían en caso de impago o retraso en el pago de las cuotas. La ley dice que no pueden ser superiores a dos puntos porcentuales respecto del interés pactado por el préstamo.

Por otra parte, el Banco de España también recomienda a las entidades aplicar comisiones por reclamación de posición deudora (un importe fijo) con cautela, atendiendo a las circunstancias personales de cada caso y realizar gestiones que lo justifiquen.

En general, el principio legal es que las financieras no pueden cobrar intereses “manifiestamente desproporcionados”.

Los préstamos online se solicitan sin papeleos ni documentación, excepto en casos contados. Para que la entidad financiera pueda tomar una decisión respecto a tu solicitud de dinero, necesita que rellenes un formulario con tu información personal verdadera y sin errores.

Ten en cuenta que las financieras no te conocen, así que estos datos les permiten formar un perfil crediticio para ti. Normalmente, los datos son analizados por algoritmos informáticos que toman una decisión instantánea, así que no los revisa ninguna persona. Es la alternativa moderna al banco “de toda la vida” donde ya tienen tu historial.

Al tener un proceso 100% online, las financieras utilizan unos programas informáticos seguros y fiables para verificar el historial crediticio y económico de las personas. Estos programas (los más conocidos son Instantor, Pich, Afterbanks o Kontomatik) permiten que el sistema valore los datos en cuestión de segundos. Para ello, requieren que inicies sesión con tu banca online habitual.

Esto puede ser chocante al principio, pero tiene una lógica: gracias a este proceso, puedes solicitar préstamos online por miles de euros sin papeleos ni burocracia, a cualquier hora del día, desde la comodidad de tu hogar.

Además, hay motivos para la tranquilidad: tus datos no se almacenan en ningún lugar, ni tampoco las contraseñas, y ninguna persona los ve durante el proceso. Estos programas emplean certificados de seguridad y protocolos de cifrado de nivel bancario (son tan seguros como tu misma banca online), y destruyen cualquier rastro de forma automática al terminar. Ninguna entidad puede emplearlos para robarte datos o dinero.

Préstamos online

Hoy en día es fácil abrumarse con tantas ofertas y entidades ofreciendo préstamos, es por ello que desde un portal como Finbino tratamos de arrojar un poco de luz al respecto.

Los préstamos bancarios tradicionales son los que te ofrece tu banco habitual, desde su oficina o sucursal o en banca online, mientras que los préstamos online son productos ofrecidos por nuevas entidades financieras privadas, algunas con bancos detrás, que se ofrecen sólo en una página web o mediante aplicación.

Cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Los préstamos online son muy rápidos y se pueden pedir sin salir de casa, sin papeleos ni colas, pero son confusos entre tantas ofertas disponibles. En cambio, los bancarios suelen implicar ir a la oficina, firmar papeles y quizá pagar alguna comisión.

Nuestro consejo es que compares ofertas bancarias y online y te decantes por el que te ofrezca el importe de dinero que necesitas con las mejores condiciones a nivel de intereses, comisiones y plazo de devolución.

Todos los préstamos online están bajo el amparo de la Ley 16/2011, de contratos de créditos al consumo, a excepción de los mini préstamos sin intereses y de aquellos que no superen los 200€. Además, existen leyes de protección a los consumidores y el reglamento de datos personales (RGPD).

Dicho esto, es importante verificar que la entidad financiera que ofrece préstamos online muestra la información de forma transparente, tiene canales de comunicación para sus clientes y trabaja con otras entidades, asociaciones o tecnologías. Esos aspectos dan una capa extra de seguridad de cara al consumidor. Tampoco es mala idea fijarse en comentarios de otros usuarios, leer análisis y buscar por internet en general por si hay quejas.

En definitiva, los préstamos online son seguros en tanto que lo sea la entidad que hay detrás.

Sí. Hay muchas entidades que ofrecen préstamos online que se pueden recibir durante los fines de semana. Se trata de préstamos que incluyen verificación automática online para gestionar la solicitud lo antes posible. Tienen, además, cuentas bancarias en los principales bancos españoles para que, sea cual sea el banco del cliente, el dinero de la transferencia llegue en pocos minutos.

Las características de estos préstamos rápidosson su importe, con un máximo de 300€, y su madurez, con un plazo de devolución promedio de 30 días. Dependiendo de la financiera, algunos sólo ofrecen transferencias instantáneas los sábados.

Dependiendo de la entidad, la demora o impago de una cuota de préstamo puede tener varias consecuencias, la mayoría de carácter económico, pero también personal. Veamos las más frecuentes:

  • La entidad puede aplicar un cargo único, una suma en euros, por gestión de la reclamación por demora o impago (suelen ser 20€ o 30€);
  • La entidad aplica unos intereses por demora, a razón de un incremento porcentual que suele estar entre el 1% y el 1,5% diario, hasta que el pago se satisfaga;
  • La entidad podría dirigirse a instancias judiciales para embargar bienes presentes y futuros del titular, incluyendo nómina o prestaciones sociales, hasta que el pago sea satisfecho.
  • Finalmente, la entidad puede solicitar la inscripción del titular en ficheros de morosos como ASNEF, RAI o EXPERIAN, donde permanecerá hasta que la deuda sea pagada o hasta que transcurran 6 años, limitando sus opciones de nuevos créditos y operaciones financieras durante ese tiempo.

La buena noticia es que ¡no hay truco! Actualmente existen muchas entidades financieras que ofrecen pequeños préstamos online sin intereses ni comisiones, 100% gratuitos. Devuelves exactamente la misma cantidad que has tomado prestada.

Para que esto se cumpla, normalmente se dan estas condiciones:

  • Es el primer préstamo que pides con esa entidad financiera (son para nuevos clientes)
  • El importe es pequeño, normalmente va de 100€ a 300€
  • El plazo de devolución es corto, normalmente 1 mes (30 días naturales), y para que el préstamo sea gratuito debes devolver el dinero en su totalidad dentro del plazo, ya que si entras en demora, ahí se aplican costes. Esto es clave.

Estos préstamos gratis son un dinero rápido, como un avance de nómina: recibe el dinero, úsalo donde necesites y devuélvelo cuanto antes para evitar cualquier coste, y te saldrá a 0€.

No todas las entidades permiten la prórroga de cuotas de devolución, aunque la inmensa mayoría sí. En primer lugar, deberías averiguar si la financiera que te ha prestado dinero tiene esta opción. Puedes consultar tu área de cliente o contactar con su servicio de atención al cliente para saberlo.

Ten en cuenta que prorrogar la devolución suele ser por plazos pequeños, normalmente 1 mes adicional para préstamos de 30 días, o aplazar una cuota hasta el mes siguiente en un préstamo a largo plazo. Por otra parte, la prórroga incluye siempre un coste adicional en intereses que podrían encarecer sensiblemente el precio de tu préstamo.

En general, . Aunque no todas las entidades permiten tener dos préstamos a la vez con una misma entidad, lo cierto es que eres libre de dirigirte a otras financieras y pedir un préstamo mientras tienes otro en marcha en otra financiera.

Recuerda que el Banco de España recomienda no endeudarse más del 30-35% de los ingresos mensuales domésticos, y que tener varios préstamos entraña un riesgo adicional de no poder hacer frente a los pagos periódicos, además de la complicación en la gestión, ya que podrían tener distintas fechas de pago y/o métodos de pago que recordar cada mes.

Desde Finbino, recomendamos la contratación responsable de este tipo de créditos y productos financieros.

Si tienes cualquier problema con tu préstamo, el primer paso es contactar con la financiera a través de sus canales de contacto. Normalmente, todas disponen de teléfono y email, y en algunos casos tienen chat o formulario. Sea lo que sea, una demora, un cambio en los datos o el contrato o un imprevisto, es importante hablarlo cuanto antes para evitar confusiones o situaciones complicadas.

En caso de tener un problema con la financiera en sí, que son menos frecuentes, y te encuentras que hablarlo directamente con ellos no parece traer solución, tienes a tu disposición entidades como la AEMIP, la agrupación de financieras, así como los canales de protección de derechos del consumidor. Por otra parte, si se trata de un problema grave, puedes buscar asesoramiento legal y consultar con un abogado experto.

Solicitar un préstamo es un proceso confidencial y personal que tiene lugar entre la financiera y tú, y nadie tiene por qué saberlo a no ser que tú lo expliques. Tus datos están a salvo y la financiera no contactará con nadie.

Si quieres ocultar que has contratado un préstamo, asegúrate que el email y el teléfono que proporciones a la financiera son tuyos y sólo tú tienes acceso. Lo mismo se aplica a la cuenta bancaria: deberías ser el único titular, para que sólo tú puedas ver la operación cuando te transfieran el dinero.

En Finbino recomendamos la contratación responsable de créditos y préstamos, y a informarse de los derechos y obligaciones del contrato antes de firmar.

¿Qué es...?

La responsabilidad financiera es una actitud que se centra en analizar nuestra capacidad de endeudamiento de acuerdo con los ingresos y los gastos domésticos.

Tener responsabilidad financiera implica conocer y controlar los ingresos mensuales personales o familiares, pero también especialmente los gastos y su distribución. Tener esta información permite tomar mejores decisiones financieras, como por ejemplo solicitar un préstamo, pero también aspectos relativos al ahorro o a los gastos extra (hijos, educación, viajes, celebraciones, etc.).

Ser responsable es calcular y valorar esos compromisos y capacidades para sobrellevarlos cada mes sin sorpresas desagradables ni imprevistos. Pedir un préstamo puede mejorar tu calidad de vida, pero implica adquirir una obligación de pago ineludible, así que hay que valorar el motivo, la necesidad y el momento.

Hay dos indicadores del coste de un préstamo, el Tipo de Interés Nominal (TIN) y la Tasa Anual Equivalente (TAE). El TIN indica el coste de un préstamo en intereses, mientras que la TAE es el coste total acumulado, que incluye los intereses TIN, pero también otros costes adicionales.

La TAE es el porcentaje de medida más útil a la hora de valorar el coste de un préstamo y cuando comparas entre préstamos. Te ponemos un ejemplo: un préstamo con TIN 0% podría tener una TAE superior al 0%, y por lo tanto no es necesariamente gratuito. Sin embargo, un préstamo con una TAE 0% sí es gratuito sin intereses ni costes asociados.

Como ves, la TAE es el valor de referencia para determinar el coste real de un préstamo.

Un préstamo personal es un préstamo donde la garantía es la persona que lo solicita, el titular, ya que éste responde de la obligación de la deuda con sus bienes presentes y futuros.

Los préstamos personales se pueden utilizar para cubrir la gran mayoría de gastos de consumo y necesidades habituales:

  • comprar un coche u otro vehículo,
  • realizar reformas,
  • pagar gastos de educación,
  • financiar compras,
  • Vacaciones
  • celebraciones,
  • la entrada de un piso,
  • reunificación de deudas,
  • otros desembolsos importantes.

Un mini préstamo es un producto financiero diseñado para un momento puntual o imprevisto, pero no debe usarse como instrumento de financiación regular. Un mini préstamo de 300 euros puede solucionar gastos de última hora o prevenir un descubierto bancario, cosa que es especialmente útil, en especial si se trata de un mini préstamo sin intereses ni comisiones (préstamo gratis).

Los descubiertos bancarios tienen lugar cuando llega un recibo y no hay suficiente dinero en la cuenta para cubrirlo. Normalmente los bancos cobran una comisión única más unos intereses diarios hasta que el descubierto es solventado. No es una situación deseable, y podría ser más cara que tener un micro préstamo por unos días hasta cobrar el siguiente ingreso o nómina.

Historial de crédito y listados de morosos

Las entidades llevan a cabo un estudio de solvencia personal que se compone de los siguientes pasos:

  • Verificación de la identidad
  • Comprobación de DNI respecto a bases de datos de deudores
  • Informe de riesgo (CIRBE)
  • Verificación de la información bancaria y el historial financiero de ingresos/gastos mediante sistema automatizado vía banca online (Instantor, Pich, etc.)

Gracias a estos trámites, la solicitud puede llevarse a cabo sin papeleos ya que todos ellos son electrónicos. En algunos casos, la entidad requiere que el titular envíe una fotografía del DNI, y algún recibo escaneado donde aparezca la cuenta bancaria o el titular de la misma, pero cada vez es menos frecuente.

Aunque en España no disponemos de un sistema de puntuación de crédito como en otros países (el llamado “credit rating” en inglés), sí es cierto que tu historial de crédito es importante.

El historial de crédito es el comportamiento de pago con préstamos anteriores y otras deudas, en especial las deudas bancarias, puesto que los bancos registran la información de préstamos en un fichero llamado CIRBE. Se actualiza cada dos meses.

Mantenido por el Banco de España, CIRBE es el fichero central de riesgos y que cualquier entidad financiera puede consultar en un momento dado si solicitas operaciones de riesgo (como los préstamos). No es un registro de morosos en ningún caso, y es confidencial. CIRBE emite un informe de riesgos personal que determina el riesgo de concederle un préstamo a esa persona.

Solicitar un préstamo no afecta a tu historial. Es cierto que la operación se registrará de acuerdo a los estándares normativos, pero no tiene efectos negativos sobre ti. Tampoco tiene impacto en el historial si lo solicitas, lo pagas a tiempo y el contrato llega a su fin sin incidencias.

Caso aparte es una demora o un impago de un préstamo, en especial las deudas bancarias, pues ésas sí tienen efecto sobre tu historial de crédito y tu capacidad de pedir nuevos préstamos (en esa u otras entidades) en el futuro.

Un fichero de morosos es un listado de personas, con sus datos personales, que figuran inscritos porque en algún momento de los últimos 6 años han tenido alguna deuda pendiente o impagada, disputada o no. Los más conocidos son ASNEF, RAI, EXPERIAN y BADEXCUG.

Cuando una entidad, financiera o no (también proveedores de telefonía, electricidad, gas, etc.), solicita tu inscripción en uno de los múltiples registros de morosos que tenemos en España, deben pasar dos cosas:

  • Deben haberte reclamado la deuda por escrito (por carta postal y/o llamada)
  • Deben notificarte de que proceden a la inscripción de tus datos en qué fichero de morosos en cuestión, por escrito (por carta postal).

A partir de ahí, si la inscripción es legítima porque la deuda es real, la forma de saber si estás inscrito es ponerte en contacto con el registro de morosos directamente, mediante su formulario de consulta de datos. Es un trámite gratuito, donde podrás usar el número de referencia de la carta que hayas recibido confirmando tu inscripción. Hay servicios de pago (empresas) para consultar datos por ti, pero recomendamos hacerlo personalmente, además de ser gratuito es rápido y fácil.

Recuerda que las únicas formas de salir del fichero son: cancelar la deuda (pagarla), o que la empresa a la que tenías la deuda solicite la eliminación, o bien transcurridos 6 años.

¡Sí, existen! Aunque la recomendación cuando una persona está en un fichero de morosos o endeudada es solucionar primero esa situación o dar pasos necesarios para ponerle fin, hoy en día es posible encontrar financieras y prestamistas que otorgan préstamos a personas con ASNEF o con indiferencia de si tienen deudas pendientes.

Estas entidades realizan la comprobación como cualquier otra, pero tienen un perfil de riesgo superior que les permite ofrecer financiación a personas que se encuentran en ficheros como ASNEF. Normalmente son préstamos con condiciones competitivas, aunque en algunos casos dependerá del solicitante y del importe que necesite.

La respuesta es que depende de la entidad, y no es posible generalizar. Cada entidad tiene su perfil de riesgo propio a la hora de conceder préstamos, es decir, que aprueban solicitudes de personas con más deudas, historiales negativos, ASNEF o más posibilidades teóricas de impago. Tendrás más opciones si solicitas con una entidad que ofrezca “préstamos con ASNEF” o similar.

Sin embargo, a veces un mal historial de crédito se debe a circunstancias o problemas que se escapan del control de uno. Un recibo devuelto de luz, gas o agua puede implicar una inscripción en ASNEF que dure 6 años, por mucho que el cliente la dispute. Los historiales de crédito son una herramienta, pero no cuentan toda la historia. Por eso es importante responder a los formularios con sinceridad y, en caso de negativa, contactar con la entidad para obtener una atención personalizada y, quizá, conseguir la concesión del préstamo deseado.