¿Qué es el riesgo de crédito?

Este concepto se deriva de una noción más amplia en economía conocido como riesgo financiero. Dicho término alude a la posibilidad de que se presente alguna circunstancia cuya consecuencia impactase de manera negativa las finanzas de una empresa u organización.

Por lo general, hace referencia a la incertidumbre que produce sobre el resultado de una inversión debido a la probabilidad de pérdida e inestabilidad del mercado. Por tanto, el riesgo de crédito es la posibilidad de que las partes involucradas en un compromiso de préstamo incurran en situaciones de impago. Esto aplica tanto para créditos de instituciones bancarias como microcréditos.

El crédito es un tipo de inversión que realiza el acreedor para conseguir ganancia de los intereses. De aquí se desprende la importancia de hacer un estudio exhaustivo del solicitante para evaluar el porcentaje de garantía calculado para la devolución. Cuando se inicia el proceso de petición, la institución hace todo lo posible por disminuir el riesgo.

Es por esta razón que el prestamista se asegura de recabar el material necesario para conocer el contexto financiero del cliente. Pero, si bien existen características del deudor que pueden convertir el crédito en una actividad riesgosa, hay eventos inesperados que se deben asumir con el otorgamiento. Aun así, se han desarrollado métodos empleados tanto para prevenir la adquisición de clientes irresponsables como solventar las crisis que pudiesen dejar tales momentos de pérdida.

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La Pérdida Anticipada (PA)

Dentro de la estadística se ha perfeccionado una rama aplicada a esta clase de cálculos que considera algunas variables creadas para dar con probabilidades de riesgo más exactas. Una de ellas es la Pérdida Anticipada, y se trata de una media matemática que se establece en función de tener una idea sobre el posible costo de la operación crediticia en caso de impago.

Ésta es una parte básica en la dinámica correspondiente al cálculo de riesgos porque ayuda a saber si, realmente, la empresa tiene un fondo con el cual responder ante imprevistos. La PA no debe entenderse como un riesgo en sí misma. El riesgo emerge en la incertidumbre que provoca la variación de la magnitud por conceptos de Pérdida No Anticipada.

El último mencionado está definido en términos matemáticos como la desviación promedio de la pérdida crediticia. Ahora bien, teniendo la Pérdida Anticipada y la Pérdida No Anticipada se puede obtener una cifra que estime la probabilidad de bajas en la entidad. La PA no solo es atribuida a situaciones de riesgo macro, sino también para deducir el costo específico de una operación, cartera o incluso unidad de negocio.

Los resultados se pueden manejar en términos porcentuales o en valores absolutos, es decir, en miles de euros. La PA depende de tres parámetros fundamentales: Tasa de Morosidad Anticipada, Exposición y Severidad, que, según el segundo acuerdo de legislación y regulación bancaria de Basilea, son:

  • Probability of Default.
  • Exposure at Default.
  • Loss Given Default.

Tasa de Morosidad Anticipada, Exposición y Severidad

Estos últimos tres puntos mencionados en el título anterior corresponden a los parámetros fundamental de PA. A continuación, expondremos más en detalle en qué consisten dentro del mercado:

  • Tasa de Morosidad Anticipada: es definida como la probabilidad de que el cliente ingrese en un estado de mora bajo un periodo de tiempo específico que suele ser de 12 meses. A pesar de que la TMA pueda ser calculada para el lapso de tiempo deseado, se estandariza aplicándolo a diversos productos crediticios a un mismo intervalo con el fin de realizar comparaciones de riesgo. Sin embargo, la TMA está sujeta a fluctuaciones, no puede ser la misma de un año a otro o después de seis meses, depende de las condiciones financieras externas. Un ejemplo de ello es la inflación, la devaluación, la gestión del capital, entre otras.
  • Exposición: es la magnitud de la operación crediticiade un cliente cuando entra en un momento de posible morosidad. En palabras simples, la exposición tiene que ver con el monto máximo que pudiese perder la empresa si el cliente no paga su deuda. Puede coincidir con el saldo inicial, aunque casi siempre lo excede debido al aumento de la tasa de interés.
  • Severidad: es entendida en finanzas en conformidad con una métrica expresada en porcentaje sobre la exposición que no se recuperará en caso de que el cliente no cumpla con la amortización de la deuda. La estimación de la severidad se ejecuta dividiendo la operación en diferentes factores que influyen sobre este parámetro. Estos pueden estar compuestos por el tiempo de mora y la antigüedad del préstamo.

Análisis cualitativo de riesgo de crédito

Hasta ahora hemos ahondado en los aspectos cuantitativos llevados a cabo por una institución financiera con el objetivo de estimar el riesgo crediticio. No obstante, esta medición tiene una fase que responde a las cualidades del cliente y su entorno financiero llamada análisis cualitativo de riesgo de crédito.

Un examen de este tipo busca diagnosticar la intención de pago del deudor mediante técnicas y revisión de papeles. Recordemos que una buena capacidad de pago no implica necesariamente un cliente confiable. A continuación, presentaremos una lista de los puntos que se toman en consideración a la hora de evaluar la concesión de un préstamo:

  • El historial crediticio: lo primero que investigan las instituciones es este informe en el cual se revelan los antecedentes de pagos e impagos realizados por la persona en otros organismos o entidades bancarias. En este documento se registra si tuvo alguna factura pendiente, y también refleja las amortizaciones hechas en el lapso estipulado. Es una base de datos muy valiosa cuando se trata de saber la reputación del futuro cliente. El historial puede ser determinante en países como España donde ASNEF se encarga de avisar a las instituciones acerca de los morosos.
  • Capacidad de responder ante la crisis: los créditos están sujetos a numerosos riesgos que ni las entidades de crédito pueden prevenir. Cuando el usuario es una empresa, se debe evaluar cuál sería el grado de control que tuviese ante un evento de robo, estafa o una pérdida considerable ¿Podría continuar con su compromiso financiero? En el caso de un particular, ¿cómo se comportaría si, por ejemplo, tuviese que hacer frente a un gasto médico importante? Son preguntas que pueden disminuir el riesgo.
  • La utilidad del crédito: el cliente debe exponer las razones que lo llevan a solicitar el préstamo. Los argumentos tienen que estar sustentados en condiciones reales y coherentes con la información suministrada en el papeleo. Esto funcionará como una suerte de garantía hablada de que el solicitante va a devolver el dinero una vez que cumpla su cometido empleando el monto concedido.

Consideraciones generales sobre los riesgos de crédito

El mundo de las inversiones tiene una dinámica impredecible que las estadísticas intentan mitigar. El crédito es una de esas operaciones de inversión que se presenta como un producto expuesto a la inestabilidad de las condiciones externas al acreedor. Por ende, desde tiempos remotos ha sido un arte que se ha perfeccionado hasta llegar a las probabilidades matemáticas. Pero a pesar de ello la parte moral no ha sido desechada por completo pues contiene factores conductuales que pueden dar indicios de riesgo.

Cualquier instancia de préstamos personales o también de préstamos urgentes tienen sus propios criterios para evaluar estos supuestos. Aunque, por supuesto, son menos exigentes.

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