A todos nos puede ocurrir que en algún momento tengamos una necesidad urgente de financiación y tengamos que recurrir a solicitar un préstamo personal.

En dicho caso, conviene informarse sobre la variada oferta que existe hoy en día en el mercado de préstamos, así como saber los parámetros que debemos analizar en las condiciones del crédito de cada entidad para escoger la financiación que mejor se ajuste a lo que necesitamos.

Cuándo es buena idea solicitar un préstamo personal

Si necesitas financiación urgente es posible que te hayas planteado solicitar un préstamo personal con alguna entidad bancaria. Sin embargo, ¿es buena idea recurrir a este producto financiero? La respuesta depende de varios puntos, como la finalidad del préstamo, nuestra situación económica actual, etc.

Hay que tener en cuenta que solicitar un préstamo personal supone endeudarnos con una entidad. Esto es, supone adquirir un compromiso con el banco por el cual debemos devolver el capital prestado más los intereses generados en un plazo establecido. Por ello, es importante asegurarse de que podemos pagar las cuotas mensuales a tiempo para no ensuciar nuestro historial crediticio y no aparecer en listas de morosos como las de ASNEF.

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Así, se recomienda solicitar un préstamo personal cuando:

No hay posibilidad de obtener el dinero por otra vía

Por ejemplo, a veces es relativamente sencillo obtener liquidez a través de la venta de algún bien que no necesitemos, como un vehículo, aparatos electrónicos o joyas de gran valor que no utilicemos.

Además, debemos analizar si es posible pedir el dinero prestado a un familiar o amigo al que no tengamos que devolver intereses.

La finalidad del préstamo es para una necesidad importante

Un préstamo persona ha de pedirse con responsabilidad. Esto es, si de verdad necesitamos financiar un imprevisto como, por ejemplo, una reforma del hogar, una factura médica, estudios, etc.

Bajo ningún concepto debemos recurrir a un préstamo personal para pagar un capricho, ya que supone incurrir en una deuda que puede traernos más dolores de cabeza que soluciones económicas.

Mi situación económica actual me permite devolver el préstamo a tiempo

Teniendo en cuenta mis ingresos y gastos actuales, soy capaz de devolver las cuotas mensuales sin problema. Esto ocurre cuando nuestros ingresos superan a los gastos habituales del mes, es decir, genero un ahorro que puedo utilizar para abonar las cuotas del préstamo.

Cuándo no se debe solicitar un préstamo personal

En base a lo comentado anteriormente, podemos imaginarnos cuándo no es buena idea solicitar un préstamo personal. A continuación, se exponen algunos escenarios en los que debemos evitar recurrir a la financiación bancaria:

El dinero lo quiero para comprar un capricho

Aunque nos pueda parecer una solución muy atractiva, recurrir a un préstamo personal para comprar un bien que realmente no necesitamos es una mala idea. Recuerda que los préstamos cuestan dinero, por lo que podríamos entrar en un bucle innecesario si solicitamos financiación que tendremos que devolver junto con más dinero en forma de intereses.

Es importante ser responsables a la hora de endeudarnos y hacerlo solo si es absolutamente necesario. Por ejemplo, si no podemos permitirnos unas vacaciones habrá que esperar para disfrutarlas, o intentar abaratarlas para poderlas llevar a cabo con los fondos que tenemos.

Mis ingresos son iguales o inferiores a mis gastos

Si tus ingresos mensuales no son suficientes como para generar ahorro mensual, es una locura solicitar un préstamo personal. ¿Cómo vamos a pagar las cuotas si apenas tenemos para afrontar los gastos mensuales habituales?

A lo mejor es buena idea revisar nuestra economía financiera y analizar nuestros gastos para intentar reducirlos y mantener un buen balance a final de mes que nos permita ahorrar dinero. Una vez hayamos conseguido esto, podremos plantearnos solicitar un préstamo personal.

Consejos a tener en cuenta antes de pedir un préstamo personal

Si finalmente te has decidido y vas a solicitar un préstamo personal porque necesitas los fondos, se recomienda tener en cuenta los siguientes consejos para asegurarnos de que conocemos bien las condiciones del préstamo a solicitar:

Solicita solo la cantidad que necesitas

Un préstamo cuesta dinero. Por tanto, solicita exclusivamente la cantidad que de verdad necesitas para no pagar más intereses de los necesarios. ¿Qué necesidad tenemos de pagarle más al banco?

Por ejemplo, si cuentas con ahorros en tu cuenta bancaria, plantéate utilizar parte de ellos y el resto pedirlo en forma de préstamo, con el fin de solicitar la menor cantidad posible de financiación.

Asegúrate de que serás capaz de devolverlo

Analiza tus finanzas personales, esto es, tus ingresos y gastos mensuales para ver si te sobra dinero que te permita pagar la cuota mensual del préstamo sin demoras.

Fíjate en el TAE

A la hora de comparar unos préstamos con otros, la clave del coste del mismo reside en la TAE, no en el TIN. La TAE incluye el coste del dinero prestado (TIN), más los costes adicionales que conlleva la aprobación de un préstamo.

Así, no te dejes engañar por anuncios que digan “0% TIN”, ya que el TAE puede ser tranquilamente un 7% o más elevado.

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Revisa el contrato y si hay comisiones adicionales

Una vez obtenido el contrato, revisa línea por línea para comprobar si se cobran comisiones adicionales que debas tener en cuenta. Por ejemplo, comisiones de estudio de viabilidad del préstamo, comisiones de apertura o comisiones por amortización anticipada.

Compara varios préstamos

Utiliza comparadores de préstamos para revisar las condiciones de las distintas entidades con el fin de escoger aquella que más nos convenga.

Utiliza simuladores de préstamos

A la hora de analizar si seremos capaces de devolver la cuota mensual del préstamo es muy útil utilizar los simuladores de préstamos que ofrecen las páginas web de numerosas entidades financieras. Así verás claramente la cuota a devolver y podrás ajustarla reduciendo la cantidad a solicitar o bien el plazo de devolución.

Fuentes: La Vanguardia, La Razón