Es posible que en algún momento de nuestra vida nos encontremos en una situación financiera de estar devolviendo un préstamo, un crédito o cualquier otro tipo de financiación a una entidad bancaria, y es posible que esta situación nos ahogue un poco.

Por ello, es importante ser muy conscientes de lo que supone solicitar financiación, del compromiso que adquirimos con la entidad y de nuestra responsabilidad de cumplir con las cuotas y plazos de devolución.

Solicitar un préstamo no es ninguna tontería, ya que una mala gestión en la devolución del capital recibido podría hacernos entrar en listas de morosos como las de ASNEF, ensuciar nuestro historial crediticio y dificultar la concesión de futuros préstamos que pudiéramos necesitar.

En este artículo te proporcionamos algunos consejos para evitar verse en situaciones económicas complicadas y que puedas devolver un préstamo lo más cómodamente posible.

5 estrategias para pagar todos tus préstamos

Creado con: Venngage. Fuente de información: Finbino.com

Antes de solicitar el préstamo

Supongamos que te encuentras en situación de necesitar financiación para cubrir cierta necesidad importante, como la reforma de una casa o la compra de un vehículo que no puede esperar.

Pues bien, antes de lanzarnos a la piscina de ir corriendo a nuestra entidad bancaria para solicitar un préstamo, conviene pararse y analizar detenidamente los siguientes puntos:

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Elabora un presupuesto

¿Alguna vez has analizado tus finanzas personales? Esto es, poner sobre la mesa la cantidad de ingresos y gastos que entran y salen en tus cuentas bancarias para ver si el balance final resulta positivo o negativo. En otras palabras, comprobar que los ingresos recibidos cubren los gastos mensuales y, además, sobran fondos, lo que supondría que estás generando ahorro.

Este último punto es importante, ya que sin capacidad de ahorro será difícil que podamos hacer frente a la devolución del préstamo que necesitamos solicitar. Por ello, analiza bien tu situación financiera para comprobar que no tendrás problema en devolver el capital recibido más los intereses generados del crédito.

Compara entre varios prestamistas

A la hora de solicitar financiación, acudir a nuestro banco habitual para informarse de las líneas de crédito ofrecidas no es suficiente. En estos casos, conviene mirar en cuantos más sitios mejor para ver cuál ofrece un mejor tipo de interés o unas condiciones más ventajosas. Por ello, se recomienda recurrir a comparadores de préstamos, cuyo uso es gratuito y nos aportarán información sobre los mejores préstamos del mercado.

Por ejemplo, a la hora de elegir una entidad financiera u otra conviene mirar si cobran comisiones de apertura, de estudio de viabilidad de préstamo o comisiones por realizar amortizaciones anticipadas.

Pide solo la cantidad que necesites

Una vez que has decidido o estás a punto de decidir el prestamista al que solicitarás financiación, recuerda pedir solamente la cantidad que necesites. Es decir, no se recomienda solicitar más de la cuenta por aquello de tener un colchón extra que pueda necesitar. Calcula exactamente los fondos que necesitas para cubrir el gasto al que tienes que hacer frente y no solicites más. Recuerda que, a mayor importe solicitado, mayores intereses habrá que pagar a la entidad financiera.

Por ejemplo, si cuentas con ahorros que puedes utilizar para la reforma de la vivienda o el gasto en el que vas a incurrir, descuenta esa cantidad del total del préstamo a solicitar para pedir la menor cantidad posible.

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Escoge bien el plazo de devolución

En general, todas las entidades te permitirán elegir el plazo en el que deseas devolver el préstamo. Además, en sus páginas web suelen contar con calculadoras donde podrás simular en lo que se te quedaría la cuota mensual a pagar. Esto es interesante para determinar qué plazo de devolución se ajusta mejor a tu situación particular.

Es importante intentar escoger el menor plazo de devolución posible, ya que esto implicará menor vida del préstamo y, por tanto, menores intereses a pagar, pero sin que dicha cifra nos ahogue mes a mes. Lo fundamental es ser capaces de ir devolviendo las cuotas acordadas de manera puntual.

Durante la vida del préstamo

Una vez solicitado el préstamo, y suponiendo que este haya sido concedido, es importante seguir los siguientes consejos para no incurrir en impagos:

Paga las cuotas de manera puntual

Como decíamos, el importe solicitado y el plazo de devolución ha tenido que ser escogido adecuadamente para asegurarnos de que podemos devolver las cuotas mes a mes sin ningún problema, de acuerdo a los ingresos y gastos que sabemos que tenemos de manera habitual.

Realiza amortizaciones anticipadas

Siempre que puedas permitirtelo, e idealmente si no existe penalización por parte de la entidad para hacerlo, se recomienda ir realizando amortizaciones anticipadas. Esto es, ir adelantando dinero de la devolución del préstamo de modo que se nos reduzca la vida del préstamo o las cuotas mensuales.

Esta práctica es especialmente importante porque habremos ahorrado intereses al final de la vida del préstamo.

>> Blog: ¿Es rentable amortizar un préstamo personal anticipadamente?

¿Qué hago si no puedo devolver el préstamo?

Si te ha surgido un imprevisto y de repente no puedes seguir haciendo frente a la devolución de las cuotas acordadas, que no cunda el pánico. Lo importante es llegar a una solución lo antes posible para que la deuda no siga aumentando. Para ello, te proponemos los siguientes consejos:

Negocia con la entidad

Lo más importante es avisar de manera inmediata a la entidad financiera. Es mejor informarles de nuestra situación antes de que vean impagada la siguiente cuota, lo cual podría traer consecuencias económicas que no nos interesan.

Se debe intentar negociar con la entidad y, por ejemplo, recalcular las cuotas mensuales para reducirlas a una cantidad que sí podamos pagar, aunque se vería alargado el plazo de devolución.

Posibilidad de periodo de carencia

Otra posibilidad sería solicitar un periodo de carencia total o parcial, esto es, dejar de pagar las cuotas durante un tiempo o amortizar solo los intereses generados.

Sin embargo, recordemos que esta solución es solo temporal, y que al final tendremos que devolver el dinero igualmente a la entidad.

Reunificación de deudas

Si nos encontrábamos devolviendo más de un préstamo a la entidad, podemos negociar una reunificación de las deudas, de modo que se nos quede una sola cuota a pagar. No obstante, esta posibilidad debe analizarse bien ya que puede suponer terminar pagando un tipo de interés mayor que puede que no nos compense.

>> Blog: Qué pasa si dejo de pagar un préstamo personal en España

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Después de pagar el préstamo

Una vez que la deuda ha terminado y hemos cumplido con nuestras obligaciones, podemos aprovechar lo aprendido para mejorar nuestra situación económica y contar con una mejor salud financiera de cara al futuro. Por ejemplo, podemos seguir los siguientes consejos para ello:

Controla tus ingresos y gastos

Como hemos aprendido, es fundamental llevar un control de nuestra economía familiar analizando los ingresos y gastos mensuales. Esto permitirá conocer nuestra capacidad de ahorro, importante para hacer planes a futuro de posibles compras importantes que podamos necesitar. Por ejemplo, la adquisición de una primera vivienda, el pago de estudios de nuestros hijos o cualquier otro gasto que se nos avecine.

Marca una meta de ahorro

Adicionalmente, sería bueno proponerse una meta de ahorro mensual, de modo que sepamos que a final de año hemos ahorrado cierta cantidad de dinero que nos permitirá acceder a esos gastos mencionados que puedan plantearse en el futuro. O simplemente para saber que podremos permitirnos esas vacaciones tan deseadas.

Con esto no estamos diciendo que no se puedan tener caprichos, ya que con un poco de organización, sensatez y responsabilidad es posible vivir bien sin tener que renunciar a las cosas que nos gustan. Simplemente, se trata de vivir de acuerdo a nuestras posibilidades y, si queremos que estas mejoren, intentar buscar una solución.

Mejora tu salud financiera y mental

Con todos estos consejos no solo mejorará tu salud financiera, sino seguramente tu salud mental. Se vive mucho más tranquilo sabiendo que nuestras finanzas están a salvo, controladas, y sobre todo sabiendo que estoy generando un ahorro que me permitirá vivir desahogado y no incurrir en endeudamientos innecesarios a través de la solicitud de préstamos.

Fuentes: El País, Wells Fargo, Camino Financial

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